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¿Qué son las semillas feminizadas?
Las semillas de marihuana feminizadas son aquellas que se obtienen mediante el cruce de una hembra revertida a macho (luego explicaremos como) y una hembra. Esta técnica de reproducción permite la obtención de plantas solo hembras, de ahí el adjetivo de feminizadas.
La marihuana o cannabis sativa es una planta que en estado silvestre crece tanto como hembra, macho o hermafrodita. Sin embargo, para los cultivadores la única hierba que tiene valor comercial es la que se conoce como sinsemilla.
Este tipo de marihuana son cogollos de plantas de cannabis hembra, que han completado su ciclo de floración sin haber sido polinizadas. Evidentemente, este tipo de cultivo requiere plantas semillas feminizadas para evitar que ningún macho (ni planta hermafrodita) pueda producir polen y estropear la cosecha.
¿Cuándo germinar semillas feminizadas?
Esta pregunta tiene sentido para el cultivo exterior de marihuana. Para el cultivo interior, todas las épocas son buenas, excepto los meses de julio y agosto en que el calor obliga a apagar los focos.
En la Península Ibérica, la mejor época para germinar semillas feminizadas es desde mediados de Abril hasta mediados de Mayo. Esto permitirá que las plantas alcancen un tamaño adecuado antes de empezar a florecer.
Recuerda que, cuanto más grande se haga una planta, mayor producción obtendrás de ella. Pero si te precipitas y plantas demasiado pronto, tus plantas pueden empezar a florecer en cuanto tengan un mes de vida aproximadamente. Por tanto necesitas que una vez sean maduras, las condiciones de luz diaria sean adecuadas para que la planta crezca.
A partir de 14 horas de luz al día, las plantas entran en crecimiento vegetativo. En nuestro país esto ocurre a mediados de Mayo, así que nunca plantas antes de mediados de Abril…o tus plantas empezaran a cogollar!
¿Qué es mejor semillas feminizadas o regulares?
Como hemos explicado en el apartado anterior, lo mejor a la hora de producir marihuana sinsemilla son las semillas feminizadas.
Las semillas de marihuana regulares tienen cierto interés para la obtención de machos destinados a la crianza. El cruce de una planta macho por una planta hembra resulta en plantas con características a medio camino entre los dos parentales. De esta manera se pueden obtener nuevas variedades en forma de semilla regular.
Por otro lado, se considera que las semillas regulares son más estables que las feminizadas. Por tanto, si lo que buscas es obtener esquejes para conservar como plantas madre, la mejor opción vuelven a ser las regulares.
Estos esquejes se seleccionan de las mejores plantas hembra una vez descartados los machos. Aquellas que tienen las características más deseables para el cultivador serán las que pasaran a ser planta madre: producción, sabor, olor, floración rápida, resistencia a plagas y enfermedades...